COMO DESARROLLAR ABYA YALA I

Desarrollar nuestra “Tierra en Florecimiento” americana o Abya Yala, implica, por un lado, desplegar y profundizar las cualidades propias que nos caracterizan y, por otro lado, constituir un bloque de poder mundial con incidencia en la marcha y transformación del planeta.

Las condiciones internas básicas para que este desarrollo pueda realizarse, son de dos tipos: culturales unas, fácticas las otras. Las primeras se refieren a lo que pensamos, creemos y sentimos colectivamente. Las segundas aluden a las decisiones y acciones que llevamos adelante para concretar nuestros intereses y creencias. Si bien ambos tipos de condiciones están íntimamente vinculadas, en esta nota nos referiremos fundamentalmente a las primeras; en otras posteriores abordaremos las segundas.

Una de las condiciones culturales centrales es contar con nuestra propia identidad clarificada y fortalecida. Es decir contar con la aceptación, por parte de la amplia mayoría de la población, de que somos una sociedad única, diferente al resto de los conjuntos humanos del planeta. Con características propias emergentes de la mezcla histórica y creativa de los pueblos que se encontraron, enfrentaron y convivieron a partir de la conquista ibérica. Para lograrlo no alcanza con conocer la realidad objetiva que nos muestra distintos al resto; hace falta tomar una clara y sólida conciencia masiva de nuestra particularidad y, específicamente, de nuestra diferencia con la llamada “cultura occidental”. Porque resulta imprescindible superar el colonialismo mental impuesto desde nuestras élites, según el cual se nos considera no solo parte de dicha cultura, sino furgón de cola de la misma. Tal superación requiere una extensa y constante difusión de materiales de comunicación – libros, videos, notas, entrevistas radiales y televisivas, conferencias, mesas redondas, etc. – resaltando la identidad propia, de manera que la misma quede reflejada claramente en los medios y se incorpore como elemento esencial en los programas educativos de todos los niveles. El propósito es que, en un mediano plazo, quede implantado, como algo obvio e incuestionable, nuestra condición sociocultural propia, diferente del resto del mundo. Solo de esa manera las élites existentes no podrán seguir manteniéndonos mentalmente subordinados a la “cultura occidental”, a la vez que se facilitará el surgimiento de élites auto afirmadas y auto afirmadoras.

Ahora bien, la difusión de dicho material de comunicación requiere no solo conocer con mayor amplitud y profundidad lo que nos hace propios y distintos, sino aumentar y extender, con desarrollos artísticos, estudios filosóficos e investigaciones científicas, las cuatro características detalladas en una nota anterior (1). Esta segunda condición, consistente en ampliar y profundizar el conocimiento de nosotros mismos como conjunto humano, supone un gran esfuerzo de nuestra intelectualidad americana. Sea para aumentar este conocimiento, sea para revisar y, en su caso, generar nuevos criterios de análisis y evaluación de información; para no reproducir, incluso en el ámbito científico – supuestamente objetivo y neutral – criterios que no son necesariamente los propios. Convertir en real esta condición supone, a su vez, un creciente e intenso contacto entre los ámbitos de pensamiento existentes en los distintos países de Abya Yala, a fin de intercambiar enriquecer e integrar los hallazgos y avances alcanzados en cada uno de ellos.

Una tercera condición cultural necesaria, ligada pero no igual a las dos anteriores, consiste en impregnar de valoración positiva lo que somos como comunidad y como cultura. Ni el conocimiento de nuestras características, ni su ampliación y profundización, asegura valorarlas; sobre todo teniendo en cuenta la autodenigración generalizada que mencionamos en la nota anterior (2). La valoración de lo propio no significa que todo lo nuestro sea mejor o superior a lo de otros, por ser nuestro; significa que le damos valor a lo propio por ser propio. Es decir, el hecho de ser algo propio transfiere a cualquier aspecto de nuestra realidad una significación, una importancia y, en última instancia, un valor, superior a aquellos elementos que no lo son. Darle valor a lo nuestro por el hecho de serlo, es exactamente lo contrario de quitarle valor por el hecho de ser propio, que es lo que hace la autodenigración; apoyada, rodeada y sustentada, claro está, por la mentalidad colonial, que considera siempre superior y mejor lo de los países centrales.

Por último la cuarta condición cultural necesaria para desarrollar nuestra “Tierra en Florecimiento” americana, consiste en considerar imperioso e imprescindible, por parte de la mayoría de la comunidad, el desplegar y desarrollar nuestras características propias y cristalizarlas en un bloque de poder mundial. Es decir, enraizar en la comunidad de Abya Yala, la necesidad y la voluntad de consolidar nuestro perfil sociocultural y darle unidad institucional, otorgándole a esta consolidación y unidad el carácter de un proyecto político colectivo.

Lograr estas cuatro condiciones culturales en la totalidad de los países miembro de Abya Yala, no va a ser una tarea sencilla y exigirá un accionar amplio y constante por parte de quienes buscamos el desarrollo de nuestra “Tierra en Florecimiento” americana. Pero resulta un quehacer imprescindible, por cuanto sólo con este marco cultural firmemente asentado, será posible avanzar exitosamente en la concreción práctica de un bloque de poder mundial con incidencia y protagonismo en la marcha y transformación del planeta. En este sentido, quizás uno de los compromisos mas inmediatos que debamos asumir, sea el de conectarnos con todas las personas y grupos de otros países del subcontinente que estén buscando lo mismo; empezando así a superar el primer obstáculo a nuestra realización conjunta: el aislamiento mutuo.

Lic. Carlos A. Wilkinson

(1) CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE NUESTRO ABYA YALA I

(2) CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE NUESTRO ABYA YALA II