ABYA YALA ANTE LA GUERRA MUNDIAL

Como hemos expuesto en notas anteriores, la tierra se encuentra en un estado de conflagración planetaria, fundada en la reacción de Occidente a la amenaza que significan los intentos de Rusia y China por constituir bloques de poder mundial distintos e independientes del occidental. Es un tipo de guerra que se ha dado en llamar “híbrida”, porque la acción militar se articula con acciones políticas, financieras, tecnológicas, informativas, culturales y cognitivas. Es, además, mundial, porque esas diferentes formas entrelazadas de acciones guerreras, interfieren conjunta o separadamente, en la totalidad de los países del planeta.

Para nuestra “Tierra en Florecimiento” Americana, o Abya Yala, ésta situación se traduce en un activo accionar de Occidente para obstaculizar el desenvolvimiento de actividades e intereses rusos y chinos en la región; en tanto estos buscan penetrar lo más profunda y permanentemente posible en el subcontinente. La fuerte conexión, cuando no subordinación, de importantes sectores de nuestras oligarquías nacionales, con los intereses y visiones de las élites de poder estadounidenses y europeas, con los que se identifican, facilita el propósito occidental.

Dicho propósito se busca concretar mediante la ejecución de, por lo menos, varias de las siguientes tácticas específicas:

– Limitar, obstaculizar y reducir al máximo posible los intercambios comerciales entre los países de Abya Yala por un lado y China y Rusia por el otro; aumentando a su vez la exportación de los productos occidentales a nuestros países y la importación de productos y servicios latinoamericanos y caribeños a las naciones occidentales. Esta táctica no busca otra cosa que mantener el dominio comercial mundial que Occidente sostiene desde hace siglos, sobre la mayoría de las sociedades del orbe, pero en circunstancias diferentes. Circunstancias caracterizadas por la indeseada presencia de dos grandes potencias económicas nuevas y, probablemente, por el surgimiento de otras mas en el corto plazo. Lo que exige que E.E.U.U. y la U.E. inventen e implementen formas novedosas de sujeción comercial sobre nuestras naciones, so pena de reducir o perder el tradicional dominio mercantil occidental sobre ellas.

– Torpedear, obstruir y dificultar la implementación de proyectos industriales, agrícolas, constructivos, energéticos, científico tecnológicos, etc., de China y Rusia en los territorios de Abya Yala. El despliegue masivo de campañas mediáticas difamando y distorsionando los objetivos y características de dichos proyectos, así como la ejecución de medidas económicas o financieras perjudiciales para los mismos, son algunas de las medidas que se están tomando. También ejecutan acciones tendientes a promover el desprestigio de los factores internos de cada país, que apoyan la realización de esos proyectos. E impulsan el conflicto entre ellos y quienes se opongan a dicha realización, buscando darle a ese enfrentamiento una importancia central en las disputas políticas de nuestros Estados, hasta convertirlo en el eje sobre el cual giren las luchas políticas internas; en lugar que dicho eje la satisfacción de las necesidades internas básicas de cada una de nuestras naciones.

– Promover planes y proyectos occidentales con sólidos apoyos financieros y tecnológicos, en ámbitos y sectores económicos donde existen intereses chinos y/o rusos reales o potenciales. Para ampliar su intervención en las estructuras económicas regionales, al mismo tiempo que limitar la intromisión de sus contrincantes en ellas.

– Ejercer presiones diplomáticas directas sobre cada país y sobre la región en su conjunto, para impedir las influencias chinas y rusas de todo tipo, a la vez que ampliar y profundizar el ascendiente europeo y estadounidense en todos los ámbitos fácticos e ideológicos posibles.

– Establecer la mayor cantidad de bases militares activas de E.E.U.U. en los territorios de Abya Yala y ampliar sus recursos y funciones, para contar con mecanismos de amenaza armada cercanos y directos, en los territorios sobre los que se toman decisiones.

– Impulsar conflictos y hasta guerras entre los países de Abya Yala que integran a China y/o Rusia en sus políticas socio económicas y aquellos que rechazan su incorporación a las mismas.

– Impedir la formación de nuevas organizaciones interregionales independientes y obstaculizar el funcionamiento de las existentes.

Además de estas tácticas específicas, Occidente está intensificando sus acciones estratégicas mundiales ya en curso, sobre las sociedades de Abya Yala. Por un lado aumenta la concentración económica y de poder sobre nuestra región, en complicidad con sectores ricos y poderosos locales, sean tradicionales o nuevos. Por otro lado difunde reiterada y masivamente la concepción individualista moderna, que promueve no ya el aislamiento entre las personas que forman una sociedad, sino el antagonismo y las luchas entre ellas.

Por su parte, tanto Rusia como China llevan y llevarán adelante con más fuerza a futuro, sea en forma conjunta o separada, sus mayores esfuerzos para aumentar los intercambios comerciales con los países de nuestra región, a niveles no alcanzados jamás hasta el presente. Asimismo, buscan consolidar la realización de los proyectos industriales, agrícolas, constructivos, energéticos, científico tecnológicos, etc. en curso en los territorios de Abya Yala, a la vez que intentarán implementar nuevos proyectos y gestar su participación en los mas diversos programas de desarrollo económico, construcción de infraestructuras, comunicacionales, sociales, científico tecnológicos, académicos y culturales. Este accionar irá acompañado de una fuerte difusión ideológica que las distinga especialmente de E.E.U.U., aunque también de Occidente en general. Asimismo asisten y asistirán más aún en el porvenir, a través de sólidos apoyos diplomáticos y de aliento en los organismos internacionales a los países de Abya Yala, siempre que intenten independizarse de las influencias occidentales.

La actuación de ambos contendientes sobre nuestra región, coloca a Abya Yala en una situación de territorio mundial en intensa disputa, como nunca lo había estado hasta la actualidad. Las consecuencias disgregantes, conflictivas y desestructurantes que tal situación tiende a generar, sólo pueden superarse a través de un camino decidido y complejo. Un trayecto que incluye, entre otras cosas, tanto su afirmación como entidad sociocultural propia y original, como su unificación institucional en un bloque de poder mundial independiente. En las próximas notas trataremos algunos de los pasos necesarios para llevar adelante este recorrido.

Lic. Carlos A. Wilkinson